Médicos argentinos desarrollan un tratamiento con células madre para mejorar la preservación de pulmones donantes

En un ensayo, los científicos del Conicet comprobaron el efecto antiinflamatorio que tienen las células madre mesenquimales derivadas de cordón umbilical humano sobre dichos órganos. Esto implicaría un gran avance médico para futuros trasplantes de pulmón.
Un equipo de científicos del Conicet unió esfuerzos en un gran trabajo de investigación a fin de mejorar la preservación de pulmones que son donados para trasplante empleando células madre, lo que permitiría aumentar la cantidad de pulmones disponibles para salvar más vidas.

El trabajo fue publicado recientemente en la revista Stem Cells Internacional, y surge como una necesidad ya que los pulmones donados deben cumplir con criterios de selección muy estrictos para poder ser trasplantados. El pulmón es un órgano muy delicado de mantener, es decir, es muy fácil de dañar durante el proceso de obtención y, por lo tanto, es muy difícil preservar su funcionalidad en niveles óptimos para implante. Por estos motivos, solo el 8 por ciento de los pulmones donados en Argentina llegan a implantarse, mientras que en el resto del mundo esa cifra asciende al 20 por ciento.

Ante esta problemática, los investigadores del Laboratorio de Regulación Génica y Células Madre del Instituto de Medicina Traslacional, Trasplante y Bioingeniería (IMeTTyB, Universidad Favaloro-CONICET), se propusieron aumentar la calidad de pulmones donantes. Este grupo de científicos sabía, por sus trabajos previos, que las células madre mesenquimales derivadas de cordón umbilical poseen propiedades antiinflamatorias e inmunosupresoras.

Natalia Pacienza, científica del CONICET que encabeza esta línea de investigación, explica que “desde que se obtiene el órgano hasta que se implanta en el receptor pasan generalmente entre seis y ocho horas, tiempo en el cual el pulmón está en isquemia, es decir, no tiene circulación ni tampoco está ventilando. Esto produce un desbalance oxidativo en el órgano que deriva en infiltrado celular, edema y pobre intercambio gaseoso. Para contrarrestarlo, suministramos células madre mesenquimales al pulmón que, por sus propiedades antiinflamatorias, evitan esta cascada de eventos dañinos y maximizan la preservación del órgano”.