Embarazo en movimiento: guía breve para una gestación activa y segura

La investigación más reciente confirma que mantener una rutina de actividad física durante el embarazo no solo es seguro, sino altamente beneficioso cuando se realiza con supervisión profesional. Lejos de los mitos que adornaban las primeras etapas de la maternidad, hoy sabemos que el movimiento adecuado fortalece el cuerpo y la mente de la madre y promueve un desarrollo óptimo del bebé.

¿Cuánto y cómo moverse?
Los expertos del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomiendan acumular un mínimo de 150 minutos de actividad moderada por semana —equivalente a 30 min diarios, cinco días a la semana—. Deportes de bajo impacto como caminar, nadar o bicicleta estática son ideales, al igual que disciplinas enfocadas en la flexibilidad y el equilibrio, como el yoga prenatal y estiramientos suaves.

Principales beneficios

  • Fortalece la salud: mejora la sensibilidad a la insulina reduciendo hasta en un 50 % el riesgo de diabetes gestacional e hipertensión, y ayuda a controlar el peso durante y después del embarazo.
  • Mejor recuperación posparto: acorta los tiempos de reposo y disminuye la probabilidad de intervenciones como cesárea o parto instrumental.
  • Menor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer: según un estudio de los Institutos Nacionales de Salud, la inactividad física se asocia con mayor probabilidad de parto prematuro, bajo peso neonatal y necesidad de cuidados intensivos neonatales; mantenerse activa protege también el bienestar del bebé.
  • Prevención de macrosomía fetal: el ejercicio regular ayuda a mantener el crecimiento fetal dentro de rangos saludables.
  • Bienestar emocional: alivia la ansiedad y la depresión asociadas a los cambios hormonales y al estrés por el parto.

Precauciones clave

  • Evita ejercicios de alto impacto o con riesgo de caídas.
  • A partir del segundo trimestre, descarta posiciones supinas prolongadas para no comprometer la circulación sanguínea de madre y bebé.
  • Prioriza la hidratación constante y huye de ambientes muy calurosos, sobre todo si entrenas al aire libre.

Adaptación al cuerpo cambiante
Durante la gestación, el gasto cardíaco puede aumentar hasta un 50 % y el centro de gravedad se desplaza, lo que exige elegir movimientos que fortalezcan el equilibrio sin fatigar en exceso. Con la rutina adecuada y el acompañamiento de profesionales de la salud, cada mamá puede disfrutar de una experiencia saludable, plena y segura.

Esta nota fue presentada por Mothernity, el servicio de guarda de células madre y acompañamiento integral, elegido por las obras sociales del país.